VI Trail Afuega´l Pitu

Como viene siendo habitual en el mes de enero, se celebra el Trail Afuega´l Pitu,este año la fecha 21.01.2018.

Mañana soleada en la Foz de Morcín para afrontar una de las primeras carreras del año.
Son 10,5 km y 950+ ,el recorrido de este año fue mejorado,modificando una pequeña parte para coronar el pico.


Se hace algo mas dura ,pero el esfuerzo merece la pena.La primera subida por la canal de Monsacro es muy explosiva,son 1,6 km y un desnivel de 550+.


Este año los dos últimos kilómetros de bajada por la zona de bosque estaban algo mas secos y permitieron mejorar  los tiempos de bajada , no así los generales por el comentado añadido.
Una carrera corta pero potente, que un año mas agotaba inscripciones.
ANDRES GARCIA BLANCO del AVIENTU SOLORUNNERS  fue el vencedor con un tiempo de 01:05:31, le siguieron MARIANO LLANEZA
ABELLA (LOS URRIELES) y JOSE PIQUERAS (INDEPENDIENTE).
En chicas EVA CRUZ MONTALBAN del (GDM CABRALES) en 01:27:15, seguida de Maria Fernandez Polonio (CORRIENDO X MORCIN) y
NATI REVUELTA PEÐA (NOJASEMUEVE) fueron las vencedoras absolutas.
40 mujeres y 241 hombres finalizaron la prueba.
Observando los datos en STRAVA del ganador de la prueba, vemos que subió la canal de Monsacro en 20´ y 24´´ superando 518+ en 1,54 km con un desnivel medio del 33% y un ritmo promedio de 13,11/km.Un grande sin duda.
Nuestro compañero Miguel, alcanzaba la meta como 4º absoluto y  2º en su categoría.

Gran representación del club con  Felix, David,Alex Soto,Mon, y Miguel.que participaron defendiendo los colores del A D XENTE CORRENDERA, que para un club pequeño como el nuestro es un gran numero.

Agradecer también su presencia a los fotografos Gilber Tomás Martinez,Lastra y a los varios voluntarios colocados a lo largo del recorrido.Saludos correnderos

Cronica de Félix.




21 de enero de 2018. Trail del Afuera’l Pitu.

 Inicio la temporada 2018 en una de mis carreras favoritas. Corta pero muy intensa. 10k con casi 1000 m.+. Este año han introducido cambios en el recorrido para coronar el Pico Monsacro. El martes, Miguel y yo, nos habíamos desplazado hasta allí para recorrer estos nuevos tramos, comprobando que aportan aún más dureza a la carrera.
 El domingo, 2 hs antes del inicio, estoy tomando un té con David Pérez en el bar del Polideportivo. Se están montando todavía los puestos de la feria del queso que da nombre a esta competición.
 El día amanece con un cielo totalmente despejado y una temperatura baja pero sin un frío digno de este primer mes del año.
 Minutos después nos unimos a Mon y a Miguel, y finalmente también a David y Alejandro para formar una gran representación del Xente Correndera aquí, en Morcín. Nos retratamos para el recuerdo y vamos a prepararnos para correr.
 Caliento intensamente dado el explosivo comienzo que se avecina. Me coloco la cámara y agarro los bastones, novedad para mi, será la primera vez que compita con ellos.
 10h. Se oye el volador, ¡esto arranca! Salimos de la plaza con la canal irguiéndose orgullosa sobre nosotros. El inicio es caótico, como siempre, dado el estrecho paso por el que nos hacen salir, algo sigo sin entender.
 Cruzamos al otro lado del río para exprimirnos en esta recta asfaltada y conseguir un buen sitio en el inicio de la ascensión. Si no se está bien situado se puede tener problemas en este estrecho sendero. Camino entre los 40 primeros puestos sin forzar la máquina, hay que llegar fresco para ascender la grandiosa canal. Rozamos ya la pared de arcilla que anuncia la llegada del “coloso”. Km 2 de carrera.
 Los palos son un gran aliado. Subo sin prisa pero sin pausa. Estoy muy entero. Estamos ascendiendo una pared de 600m con 41% de pendiente.
 A los pocos minutos se oyen fuertes gritos de advertencia, miro hacia arriba y veo una roca del tamaño de un melón bajar dando botes a toda velocidad canal abajo. El peligro es evidente. Se nos encoge el corazón pensando en que pueda impactar con algún corredor.
 Afortunadamente no ocurre ninguna desgracia entre los 300 corredores que han agotado los dorsales de esta prueba.
 Seguimos subiendo y en menos de 15 minutos me despacho la canal. Ha sido duro, pero no estoy muy fatigado. Bajamos una pequeña ladera salpicada de roca y subimos un corto repecho también muy rocoso. Ahora sí que descansamos en un tramo rápido para llegar al Mayau de las Capillas. Precioso paraje. El Lago, los caballos, las vacas, las capillas, muy bucólico. El Sol va cogiendo fuerza y empieza a calentar, así que bebo en la fuente, donde unos chicos nos ofrecen agua en vaso.
 Charlo con corredores conocidos. Veo que están muy fuertes. Han empezado el año con muchas ganas. No hay que relajarse, se pelea cada metro.
 Ya estamos en los nuevos tramos. Cogemos un sendero de bajada que rodea por el sur el Pico La Fayona, el hermano pequeño del Romiru-Monsacro. Este tramo es escarpado y te lleva a una nueva subida de cierta dureza, que tras lo que llevamos encima en este km 5 se antoja dura. Me siento cómodo con los bastones y les agradezco su ayuda.
 Me va llegando algo de fatiga cuando corono a 1060m.a el techo de la carrera. Estoy entre un reguero numeroso de corredores. No me he movido de entre los 40 primeros corredores. Aún hay que tener paciencia, aún no hay que apretar. La bajada desde la cima es delicada. Mucha roca alta, difícil de pasar.
 Cogemos ahora el sendero del antiguo recorrido. Me pasa algún corredor muy envalentonado. Sé que es tentador empezar ya a correr cuando sabes que se han acabado las subidas pero en esta zona se puede perder mucho. Es difícil ir rápido en estos pasos. La caída que tenemos a nuestra derecha quita el aliento. Dejo hacer a los de delante.
 Km 6,5. Vislumbro la pradera que anuncia la transición al bosque. El sol nos da de cara. Bajo la cabeza para que los rayos no me deslumbren, apoyo los palos y donde otros paran a beber yo empiezo a apretar. Algunos caminan, llegan aquí ya cansados.
 Ahora es el momento, ahora sí que hay que echar el resto. Corro empujando hacía atrás los bastones. Me dejo el corazón en estos tramos que suben y bajan con poca pendiente. El firme ayuda. Liso y plano, sin obstáculos. Pro seco, de hierba alta. Voy acompañado de 2, 3, 4 corredores. Voy dejándolos atrás y acercándome a otros a medida que devoro metros con fruición. Tengo hambre, necesito correr, estoy hambriento después de la dieta de velocidad de la primera parte de la carrera.
  Giro a izquierdas 180º, derrapo y entro siguiendo a un corredor en los primeros tramos de bosque. La primera curva es una vieja conocida, para mi, no así para el chico que me precede, le aviso del peligro de resbalón pero a´n así pierde tracción y se da un revolcón sobre las hojas secas. Sin consecuencias se vuelve a levantar en décimas de segundo y sigue por delante de mi. Pocos metros después le paso. Voy al límite deslizándome sobre el barro y el tapiz de hojas. Estos senderos son un tipo de bajada que me encanta.   Llego a la altura de más hombres. Voy tan fuerte que tropiezo en una piedra que quiere asomarse para ver nuestro paso y doy un mortal hacia delante, me llevo un pequeño golpe en la cadera derecha y unos arañazos en la rodilla de ese mismo lado. Lo sabré ya en meta, porque, como impulsado por un resorte, sigo mi camino, sin parar un segundo. Alcanzo en los últimos metros a la primera mujer. Mi tiempo es el previsto. Me acerco a la 1h 30’, mis cálculos según el reconocimiento que hice esta semana.
 Ya no alcanzo a más participantes. No hay metros para más. Apuro el crono y llego a meta en 1h 27’ 04” para colocarme en el puesto 34º de la gral. y el 23º en senior.



 Una carrera espectacular. Las piernas se resienten del intenso descenso final. Doy un beso a mi familia que acaba de llegar a verme y voy a comer algo en el avituallamiento final.
 Ahora a disfrutar del abundante mercado de productos de la tierra que ofrecen en la Foz esta jornada.
¡Enhorabuena a todos los compañeros!
Un abrazo y hasta la próxima!

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